27.11.07

¿LAS BRUTAS ENCUENTRAN MARIDO MÁS FÁCIL?

vestido de novia preparacion de bodas
Lo último que leí fue un estudio hecho por científicos ingleses sobre el éxito de la mujeres menos inteligentes a la hora de encontrar marido. Yo ya no leo mucho por placer, sino porque es mi trabajo: soy editora de libros de la categoría de “interés general”. Pero este libro, a diferencia de otros de la categoría, que comprende autoayuda, recetas de cocina, herramientas para autos, vida en pareja, ovnis, despecho, bonsáis, etiqueta y millones más, me lo leí con ganas.

El día que lo leí me levanté y vi tirado en el piso un vestido de novia. La noche anterior una amiga me lo tuvo que ayudar a quitar porque de lo contrario me lo hubiera arrancado a pedazos. Era la cuarta vez que se me dañaba un matrimonio.

Dicen los científicos ingleses que ahora las mujeres menos inteligentes son más propensas a encontrar marido. El estudio no dice cómo reconocieron a las menos inteligentes, pero supongo que con una medición de su coeficiente intelectual y de otras señas como el nivel de estudios, la posición en el trabajo y el gusto o disgusto por las telenovelas del medio día. Dicen que las más inteligentes, por el contrario, corren el peligro de avanzar a un postgrado y de ser jefes en el trabajo. Concluyen diciendo que lo más probable es que el fenómeno se deba a que los hombres las prefieren brutas.

Entonces, ¿este estudio dónde me pone a mí? ¿A mí que he estado a punto de casarme cuatro veces, pero todo se ha dañado a última hora? ¿A mí que me voy a casar, ahora sí, dentro de seis meses? ¿Estoy en el grupo de las mujeres más inteligentes o en el de las menos?

Los científicos ingleses podrían deducir que por haber sido yo capaz de adelantar no una sino cuatro bodas tengo facilidad para conseguir marido y por tanto este talento me pondría dentro del grupo de las mujeres brutas.

Pero compañeras, si miramos el asunto con más detenimiento, nos daremos cuenta de que al fin de cuentas no me he casado y por tanto no tengo marido. Los cuatro intentos pasados no han ocurrido porque se me haga muy fácil romper un matrimonio para armar otro sino porque nada de lo que había aprendido con mis libros me había preparado bien para la organización de un matrimonio donde un pequeño error puede producir, como en la guerra, una catástrofe de dolorosas consecuencias. Mi falta de talento para “conseguir marido” me pone entonces en el grupo de las inteligentes. ¡Que alivio! Menos mal la ciencia está tan avanzada.

Ayer recibí el anillo de compromiso. La verdad no me gustó nada, después les cuento por qué. Es un mal comienzo, pero en la lógica extraña de mi vida, puede ser un buen indicio.

Y en cuanto a que los hombres nos prefieren brutas… Es posible. Pero también es posible que si no encontramos un esposo tan fácil como antes, es porque nosotras ahora los preferimos inteligentes.

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuentame por qué no te gusto la entrega del anillo. El miércoles 28 de noviembre lo entregué a mi novia y no salió como yo quería, aunque resulto bendecido por el pastor de la iglesia. Un abrazo.
Bendiciones

Hernán Gómez Hernández

SARITA DE LA VEGA dijo...

Hernán, estoy escribiendo sobre porqué no me gustó lo del anillo y lo publicaré en la próxima entrada, vuelve por acá o suscribete a este blog. Pero Hernán, me muero de la curiosidad por saber qué te pasó a ti en la entrega del anillo, por favor cuéntame.

Letizaida Martínez dijo...

Hola Sarita, estamos preparando una edición especial de nuestra revista 7 PLACERES de Bodas, y me gustaría mucho contar con alguna de tus anecdotas.

Te animas?

Saludos desde Caracas

http://7placeres.blogspot.com/2008/01/preparamos-tu-boda.html

SARITA DE LA VEGA dijo...

Letizaida, mi idea es compartir con todo el mundo la historia de mis bodas. Así que me parece interesante que mis anecdotas, además de estar en mi blog, salgan en tu revista.

Escríbeme a saritadelavega@yahoo.com y cuéntame más.

Anónimo dijo...

Hola doña sara, cordial saludo.

Es muy sencillo lo que pienso.

Muchas veces las cosas no suceden así por que si.

Pienso (y ojo que yo no creo en el destino) que las personas tenemos que vivir procesos y cada uno tiene una lección que darnos.

El problema radica cuando uno no aprende bien las lecciones, ya que la vida de una u otra forma se encarga de hacernos entender lo que debemos hacer.

Lo mas difícil es que cada vez que la vida nos repite lecciones, estas vienen cargadas de intereses, es decir que es mas difícil.

No se si me soy claro con lo que te acabo de decir pero te cuento que gracias a este pensamiento he logrado entender que soy yo el directo responsable de las cosas buenas y de las malas (las que enseñan de verdad) y si yo repito lecciones es porque la lección no quedo bien aprendida.

Esto lo aplico para las parejas que he tenido en vida.

Anónimo dijo...

Que las mas brutas o incluso las menos agraciadas consiguen mas no creo que sea el punto en cuestión. En lo personal no soy el tipo de mujer que los hombres consideran bellisima o como decimos en mi tierra "PARAN EL TRAFICO" o de inteligencia cognotada, pero creo que no radica en lo fisico o intelectual solamente. Nunca me ha faltado pareja pese a mi sobrepeso. Y conozco muchas que no siendo las mas atractivas pero si muy inteligentes nunca estan solas, e incluso tienen pareja estable. Fijate tu propio caso, el comun de la gente pensaría que por tu fisico muy atractivo e intelecto no te ha de faltar pareja estable y por lo que dices no ha sido tu caso lamentablemente, luego entonces no es el físico o el intelecto.
Pienso que en la viña del señor, todos tenemos nuestra media naranja. Es cuestion de tiempo encontrarla. A veces se mimetiza , a veces creemos que por fin la hemos encontrado. Pero si analizamos nuestro interior fria y objetivamente, muy en el fondo sabemos a ciencia cierta si con quien estamos sosteniendo relaciones es o no, nuestra otra mitad.
Te pregunto,si te haces una auto evaluación; de las cuatro veces anteriores ahora que puedes mirarlo ojetivamente, no crees que aceptaste un medio limon como decimos aca?., es decir, en el fondo sabias que algo faltaba, pero tampoco querías perderlo todo.
Estuve terriblemente enamorada por diez años , y finalmente me convenci que realmente no lo estaba. Hoy por hoy , que mantengo una relacion y estoy comprometida, comparo con lo que tuve y senti por tantos años y me doy cuenta que no fue amor en verdad., peor aún siempre supe que en el fondo no era mi verdadero amor. Esta nueva relacion me ha brindado cosas tan hermosas y diferentes, e incluso todo aquello que soñe tener en un amor verdadero y compartido, que solo puedo dar gracias Dios por que finalmente el me encontro a mí, y a todas luces es mi pareja perfecta. Cuando porfin dejé de pensar con el corazón al iniciar una relación y permitir a la razón ser el lider, mi mente fue objetiva a la hora de tomar decisiones. Y por fin!!! puedo decir que mi decisión es la acertada. Ya la razón paso a segundo plano y solo pienso con el corazón en lo que a el se refiere.
Buen viento y buena mar son mis deseos para tí y que siempre comprendas que la perfección no existe en este mundo solo Dios lo es. Espero que tu matrimonio sea todo cuanto anhelas y en cuanto a que fueron fallidos míralo de esta forma., durante cuatro oportunidades te salvaste de cometer un terrible error, pues por fin hoy puedes decir que el amor esta en tu vida., lo que no admite dudas sobre lo que sucederá en tu matrimonio. No dudes, si lo haces es signo de que algo no anda bien y es mejor razonarlo a tiempo.
Que la felicidad te atropelle!!!
Me encantó tu artículo.!!! es un tema candente y de intenso debate!!! seguro que no te esperabas mi opinión verdad???? JAJAJAJAJAJA

SARITA DE LA VEGA dijo...

Te te agradezco mucho tu opinion Jacqueline.

La Mona dijo...

Hola Sarita,

Leí este artículo un poco tarde (ya estamos en abril)pero no llegué aquí por casualidad. Llegué por ociosa, pero no por casualidad. Tengo 27 años y estoy en la edad en que todas mis amigas o se están casando o se están comprometiendo o tienen un novio estable que esperan les proponga dentro de poco. Yo, en cambio, ando terminando con mis novios. Ya me autodenominé "Terminator" y si asisto a un matrimonio soy la "Rompebodas".

Aunque trato de sacarle humor a la situación, no es tan divertido. Me siento sola. Y, sí, quiero conseguir un compañero para andar esta vida. Estoy convencida de que todas la mujeres, bonitas y feas, inteligentes y brutas, de izquierda o de derecha, hasta las feministas, ¡todas! quieren encontrar a su pareja.

Nunca he sido de las que sueñan con casarse. En el colegio y en la universidad fui muy buena estudiante, siempre he tenido aspiraciones de ser una muy buena profesional y ahora estoy haciendo vueltas para salir del país para hacer un postgrado. (En reaidad, siempre me he considerado una mujer inteligente y esa convicción ha sido uno de mis caballitos de batalla en distintos aspectos de mi vida). En el entretanto, nunca me han faltado novios, admiradores o relaciones casuales, y me considero relativamente agraciada. Esta bien, no seré modelo, pero no me muevo mal. ´

Ultimamente, sin embargo, me he dado cuenta que tengo cierta incapacidad para el compromiso y estoy casi segura (muy en la línea de lo que escribió John Edwin Reyes) de que yo estoy haciendo algo mal. Quiero estar con alguien, pero a la hora de entabalar una relación (ni siquiera estoy hablando de matrimonio, una relación de novios, es todo) es como si me diera contra una pared (peleas, sentimiento de falta de apoyo, trabajo, etc.). Pero creo, con John Edwin, que si uno se da contra una pared varias veces, es porque no aprendió la lección. Por eso, en este momento estoy tratando de entender cuál es el punto en el que he fallado.
Y aunque creo que todavía me falta para llegar a una respuesta, sí hay algo que he entendido después de mis últimos dos fracasos (nefastos, por cieto): una cosa es el coeficiciente intelectual y otra, muy distinta, nuestro sentido práctico, nuestra capacidad para hacer realidad nuestras aspiraciones y deseos. Para esto es necesario un toque de astucia y de generosidad, dejar de lado nuestros prejuicios y algunas actitudes profundamente arraigadas que impiden que actuemos en favor de la circunstancias.

A ver si me explico mejor. Hace un tiempo, cuando terminé con mi último novio, una amiga que teníamos en común me dijo: "Mayo, las mujeres tenemos algo que no tienen los hombres y es la intución. Nosotras no damos muchas veces cuenta de las cosas antes que ellos, o si no, por lo menos de una forma diferente. Por eso creo que nosotras tenemos el beneficio y la responsabilidad de guiarlos, incluso de hacer que ellos hagan lo que nosotras queremos (que en una relación puede coincidir con lo que ellos quieren), sin que ellos se den cuenta. Claro, todo con mucho cariño, con mucha paciencia". Mi amiga lleva viviendo con su novio 3años y se van a casar dentro de seis meses. Ella sabía lo que quería y aunque hubo momentos difíciles en el proceso (estuvieron separados un tiempo, mientras él decidía lo que quería hacer, si se quería comprometer, si más bien se dedicaba a "conocer el mundo" - una actitud típica de nuestros queridos hombres que tanto nos desepera a las mujeres, ahora se ven muy felices y estoy segura que tienen una buena posibilidad de que les vaya bien. Pero ella trabajó duro (y sé que suena horrible) para lograrlo.

Antes yo estaba convencida de que para tener una relación, uno solo tenía que querer a la persona con la que estaba. Eso no es cierto. Además de ciertas afinidades o puntos de encuentro en estilo de vida, intereses, y caracteres, es muy importante ser inteligente. Pero esta inteligencia, me temo, no es de la del coeficiente intelectual, sino de la otra, la del sentido práctico. De verdad, Sarita, en los últimos meses he estado en millones de despedidas de soltera, showers y entregas de regalos(y estoy a punto de un ataque de nervios, por no mencionar la bancarrota) en las que soy la única soltera, y ¡sin compromiso!. Mis amigas, viendo mi triste situación se han sentado conmigo y me han dicho en todos los tonos imaginables "para hacer que un hombre se quede a tu lado, necesitas... (bla, bla, bla)". Todas tienen una fórmula distinta, una que les funciona a ellas, en su situación particular. Lo que quiero, decir, sin embargo, es que para tener una realación satisfactoria, la cosa se tiene que pensar.

Aunque en ningún momento pongo en entredicho los resultados de los ciéntificos británicos (es más, me encantan este tipo de estudios), estoy de acuerdo con el dicho que reza: "una relación se empieza con el corazón y se mantiene con la cabeza". En este sentido, nuestras amigas "las brutas" realmente se las traen. A lo mejor podamos aprender algo de ellas.

Sarita querida, espero de todo corazón que te vaya bien en tu matrimonio, y que seas muy feliz. Por lo pronto, yo seguré luchando por agarrar los ramos en los matrimonios de mi amigas. Jejeje (la rompebodas). Pero eso sí, estoy segura de que mi hombre llegará cuando sea el momento apropiado; es decir, cuando yo misma haya entendido qué diablos es lo que necesito. Mientras tanto la pasaré bomba en las fiestas que se aproximan.

Un abrazo,

María Alejandra (Colombia)